lunes, 5 de marzo de 2018

SIGAN A ESTA MUJER: JAIME WYATT

Fernando Navarro 
El País, 19 /01/2018

Con una voz dulce pero dolida, la cantante tiene el pundonor de las mejores voces del country-rock


Actualmente, la música norteamericana está llena de grandes propuestas. En el sendero del country-rock, esa carretera impulsada allá por los sesenta por pioneros como The Byrds o The Flying Burrito Brothers, destaca la gran cantidad de nombres femeninos que protagonizan con sus álbumes esta época. Mujeres de admirable carácter artístico, capaces de tumbarte con sus canciones de carretera y supervivencia.

En la trayectoria de este blog han sido muchas las voces femeninas que se han reivindicado en el country-rock actual, un territorio tradicionalmente masculino que ha evolucionado gracias a la incorporación de la visión femenina. Mujeres pioneras y determinantes como Loretta Lynn, Patsy Cline, Wanda Jackson, Emmylou Harris, Dolly Parton o Linda Ronstadt rompieron barreras hasta llegar a nuestros días en los que han sobresalido cantantes y compositoras como Lydia Loveless, Eilen Jewell, Sara Watkins, Julia Jacklin, Sara Jarosz o Lori McKenna. De hecho, en la lista de los 20 mejores discos del año para La Ruta Norteamericana en 2017, entraron tres mujeres que responden a este perfil, por su labor mejorando con su obra el legado del country-rock. Fueron Nikki Lane, Tift Merritt y Margo Price.


No lo hizo Jaime Wyatt, pero podría haberlo hecho sin problemas tras la publicación el año pasado del notable Felony Blues. Wyatt es todo pundonor. Su música guarda el sabor de las mejores cosechas y desprende al mismo tiempo un aire embriagador. Cierto que no inventa la pólvora, pero esta artista tiene munición. Dispara directa al corazón.

Cuenta su biografía que a los 17 años obtuvo su primer contrato discográfico y, tras fracasar en el comienzo de su carrera, se metió en el consumo de drogas y altercados públicos que le llevaron a la cárcel. También que se obsesionó con la música de Merle Haggard y Johnny Cash durante esos años de plomo.



Hay algo en Felony Blues que refleja ese espíritu errante y de superviviente. Esconde una conciencia de la vida a contracorriente, como peleando contra el mundo y contra sí misma. Con una voz dulce pero dolida, Wyatt canta con hondura, sin aspavientos, con cierto lamento. El mejor ejemplo es el corte que cierra el disco, Misery and Gin. No es el único. Hay otras canciones igual de contundentes como Your Loving Saves Me o Wasco.

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[Jaime Wyatt, ya está confirmado, estará junto a Steve Earle en el Huercasa Country Festival de este año, en el mes de julio.]