lunes, 16 de marzo de 2015

KING TUFF. "KING TUFF" (2012). Noise pop de alto octanaje

Tras permanecer en barbecho la pasada década, el noise-pop, cuyo cénit creativo tuvo lugar durante los 90, vuelve revitalizado de la mano de gente como King Tuff. King Tuff es el nombre tras el cual se parapeta un tipo melenudo natural de Vermont, EE.UU., que responde al nombre de Kyle Thomas, y su banda. Thomas además está muy bien relacionado en el mundillo alternativo a través del sello Sub Pop, que es quién le edita los discos, y ha colaborado nada menos que con J. Mascis de Dinosaur Jr., una de las bandas seminales del género en los 90. Ahí es nada.


El disco que he elegido para comentar es el segundo de la banda, que es un disco autotitulado del año 2012. Y lo he elegido porque creo que la mezcla entre melodía y distorsión es la perfecta. El comienzo del LP no puede ser más prometedor: un trallazo de garaje-pop que pilla al oyente desprevenido. Los crudos acordes de guitarra a lo White Stripes casan a la perfección con una suerte riffs estratosféricos a lo Television o a lo True West. Como reza su título, "Anthem", es todo un himno garajero de alto octanaje. Para recuperarnos del embate de la Gibson SG de Thomas se nos ofrece una jovial pieza de power pop de aire algo ramoniano titulada sin rodeo alguno "Alone & Stone". La vena powerpopera y pegadiza se prolonga con "Keep On Movin'" que tiene un contagioso aire nuevaolero. Y en estas que llega una joya de delicado pop, "Unusual World", en que la distorsión calla para dar paso a los teclados, las acústicas y las panderetas.

Pero lo mejor está aún por llegar. Y me refiero a "Bad Thing", probablemente la cima del LP, un tema en el que la deuda con Dinosaur Jr., con Sebadoh y el mejor noise-pop de los 90 es innegable. Hacía mucho que no escuchaba un bombazo tan pleno de melodía y de distorsión. Y además el tema tiene un divertido video-clip en el que se rinde homenaje al terror de serie B. Sencillamente genial. Pero ahí no acaba la cosa. Le sigue otra joya llamada "Losers Wall"; ésta es algo más lenta y tiene un aire chulesco y callejero a lo New York Dolls o The Stooges (no por causalidad la voz de Thomas se parece a la de Iggy Pop en su mejor época). Y qué decir de ese fuzztone rompe tímpanos. Sublime.



El resto de temas no llega a brillar tanto como estas dos últimas composiciones pero aún así hay cosas muy interesantes. Por ejemplo, ese "Baby Just Break" con su aire psychobilly y western que recuerda a los Cramps y, sobre todo, a los grandísimos Gun Club (esos punteos incandescentes parecen salidos de los dedos del mismo Kid Congo Powers). O esa otra joya de pop meloso y pegadizo llamada "Swamp Of Love". Vuelven la distorsión al servicio de las buenas canciones. Ya era hora.