lunes, 30 de septiembre de 2013

MAZZY STAR: NANAS PARA ESTRELLAS DE MAR


No encuentro mejor ocasión que la reciente salida al mercado del cuarto álbum de Mazzy Star, Seasons of Your Day, para escribir otro de los textos que tenía pendientes para este blog, a saber, un artículo sobre la trayectoria del dúo de Los Ángeles, una de mis bandas favoritas. Supervivientes del vertiginoso caleidoscopio del Paisley Underground de los 80, Mazzy Star aúnan tradición y vanguardia, minimalismo rockero y sosfisticación psicodélica. Pero sobre todo, son de ese tipo de artistas que creen en lo que hacen y lo que hacen lo hacen al margen de modas, de veleidades de la crítica y de imperativos comerciales. ¿Acaso no es ése el sello de la autenticidad?

Ópalos y estrellas

Se dice que a David Roback, el esquivo guitarrista de Mazzy Star, le largaron de malas maneras de Rain Parade, grupo seminal del Paisley Undergorund de L.A. donde también tocaba su hermano Steven. Eso fue allá por 1983/84. Otros dicen que se marchó por voluntad propia para formar su propio grupo con su amiga Kendra Smith, bajista de Dream Syndicate, una banda a la que primero llamaron Clay Allison (como un legendario pistolero del Far West) y luego Opal. La asociación con Kendra duró dos LPs (por cierto, excelentes), hasta 1987, cuando la ex bajista de Dream Syndicate dejó colgado a Roback en la gira del segundo LP. Fue entonces cuando David reclutó a una jovencita del East L.A. (la zona chicana de la ciudad), de familia mexicana. Esa chica se llamaba Hope Sandoval. Hope era devota de los sonidos neopsicodélicos de los Rain Parade y en los primeros 80 había formado un dúo con su compañera de instituto en el East L.A., Sylvia Gómez, llamado Going Home.



Roback tenía pensado grabar como Opal un nuevo disco llamado Ghost Highway pero éste se convirtió en She Hangs Brightly, y el dúo adoptó el nuevo nombre de Mazzy Star. Dicho nombre se generó cuando David buscaba un nuevo apelativo para el grupo que contuviera la palabra de argot Mazzy cuando a Hope se le ocurrió combinarla con la palabra Star. El álbum, por su parte, sienta las bases de la singular mezcla que compone el sonido de la banda, según Piero Scaruffi [1], "un crisol de folk acústico, blues del Delta, onírico acid rock y lounge jazz lacónico". O lo que es lo mismo una mezcla de roots rock, psicodelia y pop, ingredientes nada novedosos aunque sí combinados de manera muy imaginativa.


El primer disco de Mazzy Star se abre con la suave melodía de "Halah", a medio camino entre la Velvet Undergound más naif y el Dylan más pop. Aquí la cantarina guitarra acústica de Roback y la voz angelical y aniñada de Hope Sandoval sellan un glorioso pacto que dará origen a un buen puñado de deliciosas tonadas pop. Le sigue, "Blue Flower", una versión de un oscuro combo de rock experimental germano-británico llamado Slapp Happy y a la que Roback le dota de unos guitarrazos propios del mejor Sterling Morrison; de hecho el tema toma un riff prestado del I'll Be Your Mirror de The Velvet Underground. Vuelven las diáfanas acústicas con "Ride It On", un tema con aires fronterizos y primera incursión del disco en el rock de raíces y en el folk. La psicodelia, por su parte, emerge en el corte que da título al LP, una pieza de raga-rock de generoso minutaje surcado por unas slide guitars oníricas y unos teclados que recuerdan poderosamente a las densas atmósferas lisérgicas construidas por el órgano de Ray Manzarek. El Delta blues más folky y acústico asoma en "I'm Sailing", que es una versión de la blueswoman Memphis Minnie, mientras que el pop más inmaculado se materializa en "Give You My Lovin'", título acreditado a la compañera de Hope en sus aventuras musicales adolescentes, Sylvia Gómez. Aunque donde de verdad Hope se muestra irresistible, entre ingenua y pícara, es en "Be My Angel", un corte que anuncia en sus acordes el futuro hit "Fade Into You". Algo más western suenan las guitarras de Roback en "Taste of Blood", tema que remite a la facción más vaquera del Paisley de Los Ángeles con Dream Syndicate y Green On Red a la cabeza. Por su parte, la psicodelia retorna en su forma más bailable en "Ghost Highway", con un riff contagioso muy similar a otro ya usado por Roback en el segundo disco de Opal, cuya alargada sombra, por cierto, reaparece en el siguiente tema, "Free," una canción acústica con percusión de bongos (igual que aquel "Northern Line" de Opal). Cierra el disco un breve pero bello ejercicio de dream pop, "Before I Sleep", que les acerca a bandas indies como Galaxie 500.


Cénit

"She Hangs Brightly" afianzó a Mazzy Star como grupo de referencia en el mundillo del rock alternativo (Kurt Kobain lo colocó en el puesto 49 en el ranking de sus discos favoritos y "Hallah" alcanzó el puesto 19 en la lista Billboard de canciones alternativas) pero, como es de imaginar, no fue récord de ventas. No obstante, Mazzy Star surgió en un momento en el que lo alternativo estaba de moda y era promocionado por la MTV y la VH1 y pronto las canciones del dúo se colaron en la programación de estos dos medios de masas.



Fue en este momento de especial efervescencia para el indie cuando Mazzy Star publicó su segundo álbum de la banda Now That I Might See (1993), el más conocido por el mainstream. Ello fue debido sobre todo al single "Fade Into You" que alcanzó el puesto 5 la lista Billboard de rock moderno en los EE.UU. y el 48 de la lista de singles del Reino Unido. Nunca un tema de Mazzy Star, una banda enraizada en el minoritario Paisley Undeground de L.A., llegaría tan alto en las listas de éxito. Todo un logro para una banda liderada por el esquivo David Roback y la evanescente Hope Sandoval. De hecho, la banda incluso llegó a tocar en directo la canción en conocidos programas televisivos de máxima audiencia, como el de Conan O'Brien. Además se editó un ambicioso vídeo clip del hit grabado en el californiano desierto de Mojave.



También incluida en este segundo álbum, la atmosférica "Into Dust" tuvo igualmente amplia difusión en los mass media aunque muchos años después, en 2009, cuando se utilizó como sintonía para un anuncio de Virgin Media. Además también fue utilizada como sintonía del vídeo juego Gears of War. El resto del disco a pesar de la popularidad de los dos temas anteriormente citados es incluso más introspectivo y anticomercial que su predecesor, con temas más oscuros de lo habitual como "Mary Of Silence", densos ragas como "Unreflected" o el corte que da título al disco, o angulosos blues como "Wasted" o "She's My Baby". La luminosidad pop, no obstante, no es dejada del todo de lado, y así tenemos cortes como "Bells Ring" donde Mazzy Star suenan como una versión californiana de los Jesus And Mary Chain, o el soul-pop de "Blue Light", o la única versión del disco, "Five String Serenade", una perla del Arthur Lee más desconocido.



En esa época Mazzy Star también estrechan lazos de amistad con grupos indie del otro lado del Atlántico. Por una parte, el dúo californiano colabora en la grabación del disco "Stoned And Dethroned" de los escoceses The Jesus And Mary Chain. Así, Hope canta a dúo con Jim Reid el tema "Sometimes Always" e incluso aparece en el vídeo clip que se hizo de la canción. A su vez, el hermano de Jim, William Reid, tocará la guitarra en un tema del tercer disco de Mazzy Star. Por otro lado, Colm Ó Cíosóig de los irlandeses My Bloody Valentine se hace colaborador habitual de la banda tocando el bajo en sus grabaciones a partir del segundo disco.

Más destellos

Pero el éxito inesperado del segundo disco y del single "Fade Into You" no hizo variar en absoluto el rumbo de Mazzy Star, que siguió explotando la misma fórmula magistral.  El tercer disco no colocaría ningún tema en la lista de éxitos Billboard pero sí que entraría en el chart británico de singles con la melancólica "Flowers in December" y, de hecho, es el álbum favorito del que esto redacta (a pesar de que poner un álbum de Mazzy Star por encima de otro es una tarea muy difícil dada la regularidad de la carrera musical de la banda).

Among My Swan (1996), que así se llama este tercer LP, es algo más melódico y más pop que el anterior, con más estribillos pegadizos y memorables. Aparte del pelotazo pop del single "Flowers in December", en el que irrumpe la melosa armónica de Hope Sandoval, tenemos el suave noise pop de "Disappear" y de "Happy", donde se vuelven a traslucir influencias de The Jesus And Mary Chain y del indie británico, el nostálgico "Cry, Cry", en el que la pareja hace guiños tanto al Dylan de "Knocking On Heaven's Door" como al Gram Parsons más sentimental o "Take Everything", que invoca el espíritu country-rock del "Wild Horses" de los Stones. También tiene aires vaqueros la deliciosa "I've Been Let Down", igualmente adornada por la sugerente armónica de Hope. En cuanto a "Roseblood", se erige como un colosal monumento dream pop con ribetes psicodélicos a lo Barrett, si bien la psicodelia es más evidente en "Rhymes Of An Hour" o en "Still Cold", temas en los que la pareja hace el consabido ejercicio raga-rock al que nos tienen acostumbrados. Lo atmosférico, se recrea en temas como "All Your Sisters" que destila un aire similar a aquel celebrado "Into Dust" del disco anterior, y en "Umbilical", una oscura pieza ambient en la que Hope recita en vez de cantar. Por último, cierra el disco el pausado gospel "Look On Down The Bridge", aderezado con un órgano absolutamente hipnótico.



Eclipse

Tras el tercer disco Mazzy Star entran en un periodo de inactividad e incluso se habla de disolución de la banda. Hope Sandoval sigue colaborando con sus amigos Jim y William  Reid y aparece en el último disco de The Jesus And Mary Chain, Munki (1998). Por otro lado, forma su propia banda, Hope Sandoval & The Warm Inventions con Colm Ó Cíosóig de My Bloody Valentine y graba un LP, Bavarian Fruit Bread (2001), un bello ejercicio de folk naif muy cercano a lo que hacía en Mazzy Star, al que posteriormente le sucede el no menos bello Through The Devil Softly (2009).



En cuanto a Roback, además de producir música para gente como la cantautora británica Beth Orton se estrenó como actor en la película francesa Clean (2004) a la que también puso música. Además fija su residencia entre Noruega y el Reino Unido.

Todo apuntaba a que el proyecto Mazzy Star estaba definitivamente muerto cuando en el otoño de 2011 ve la luz el single "Common Burn", una delicada muestra de dream pop cuya cara cara B es un temazo de country ácido , "Lay Myself Down", traspasado por una vaporosa pedal steel que suena a lo mejor de aquel Nuevo Rock Americano del que la escena Paisley de L.A. era parte esencial. Sin embargo el esquivo dúo aún se harían de rogar casi dos años más, hasta que, esta vez sí, un nuevo single, la oscura y atmosférica "California", ve la luz (julio de 2013) y se da una fecha definitiva para la salida al mercado del nuevo álbum, 24 de septiembre, que llevará por título Seasons Of Your Day.




Nuevo orto

Como se anunció el pasado martes 24 de septiembre, vio la luz el cuarto álbum de Mazzy Star, si bien se pudo escuchar en Internet vía streaming un poco antes de esa fecha. Cuentan las malas lenguas que el material llevaba escrito varios años [2], razón por la cual suenan como hace 17 años cuando grabaron su anterior LP. El caso es que la última entrega de Mazzy Star no decepciona e incluso está a la altura de los otros tres discos. Por supuesto, sorpresas no hay muchas, salvo que en la fórmula magistral creada por esta extraña pareja de geniecillos del pop esta vez se ha incluido ración extra del ingrediente ambient.



A parte de los temas ya reseñados más arriba, el disco se abre con un luminoso gospel lisérgico envuelto en unos potentes teclados que se dirían inspirados por la escucha del Highway 61 Revisited de Dylan. La luminosidad pop también predomina en "I Gotta Stop", tema en el que Mazzy Star vuelven a hacer un guiño al "Sticky Fingers" de los Stones. La melosa voz de Hope suena más soñadora que de costumbre en "Does Someone Have Your Baby Now", donde las slide guitars y las acústicas no ocultan cierto aire barrettiano a lo Madcap Laughs. La canción que da título al disco es una tonada crepuscular e introspectiva culminada muy acertadamente por arreglos orquestales. El folk naif y minimalista hace su aparición en "Sparrow", donde la voz de Hope vuelve a sonar especialmente deliciosa y podemos oír hacia el final del tema unos coloristas teclados muy en la línea del sunshine pop de los 60. El raga y los oscuros ritmos tribales se conjuran en "Spoon". Y para terminar Sandoval y Roback nos obsequian con un blues pantanoso herido por armónicas aullantes y sobre todo por un riff de slide guitar ponzoñosa que se repite como en un bucle infinito.



En definitiva, Seasons Of Your Day constituye otra prueba más de que Mazzy Star tienen una fe ciega en su fórmula musical, en la que se funden tradición y renovación por encima de modas pasajeras. Ojalá su estrella no se apague en mucho tiempo.


Sorrow

[Este artículo estaría incompleto sin mencionar que David Roback, lamentablemente, murió de cáncer en 2020, fecha en la cual se acabó Mazzy Star para siempre.]

Notas:

martes, 24 de septiembre de 2013

DESPERADOS: HISTORIAS DE BOURBON Y ROCK'N'ROLL

Salva Makoki


Cuando unos tíos del barrio de Salamanca conocen a otros de Carabanchel pueden pasar dos cosas. Que se den de hostias, o que se soporten, por aquello de los gustos comunes. En este caso, el rock and roll. Esta es la historia de Desperados, una de las mejores bandas de rock que ha dado este país.

Amando Cifuentes (bajo), Rafa Hernández (guitarra) y Juan Luis Vizcaya (batería) ya se conocían. Tocaban en una banda, Octubre. Además, Rafa fue miembro fundador de La Frontera. Por otra parte, del barrio de Rosendo, bajan los hermanos Martín, Guille y Fernando, tras abandonar una banda llamada Números Rojos. Dos macarras de barrio adictos a los Rolling Stones más sucios. A ellos se les une un amigo común, Javi  Encinas -El Moro-, -ex Mermelada, Mamá-, soplando lo que sea, para formar Desperados. Banda de guitarras afiladas y un profundo sabor rockero, que injustamente fue metida en el saco del sonido vaquero. Estando más cerca de los Stones que del Far West.

Póster promocional de la época

Era finales del 85 cuando comenzaba la historia discográfica de la banda. Del fichaje por Tres Cipreses, sale un primer mini-LP, "Desperados" (Tres Cipreses, 1985). En él nos encontramos guitarras aceleradas, compensadas con medios tiempos, ideales para acompañar en una noche de bajón. Como curiosidad para los seguidores, apuntar que en este disco apareció la canción "Doctor Fleming", historia sórdida de prostitutas y clubs, la cual tuvo una continuación en trabajos posteriores.

Cuando le llega la época de la mili a Rafa, lo sustituyen en directo unas veces por Juanma del Olmo (Zombies, Los Elegantes), otras por Julián Infante (Academia Parabüten, Tequila, Los Rodríguez), e incluso por Josele Santiago (Los Enemigos), para una sola ocasión.

Para el recuerdo queda la noche que, tras una loca fiesta de las de los 80, Julito decidió robar el sofá de diseño de un portal de un edificio de alto standing. Y cuando le paró la policía tras la denuncia de una vecina, convenció de la locura de la señora a los agentes de policía y siguió tan eufórico con su trofeo. Cargado por los Desperados, convertidos en porteadores.

En 1986 sale su segundo trabajo "¿Qué Hay de Nuevo Viejo?" (Tres Cipreses, 1986). Ahora ya sí, un larga duración, de catorce temas en versión cassette y doce en vinilo. Para la portada fusilan la foto del "Gloria" (Dunwich, 1966) de Shadows of Knight, y en la contraportada hacen lo propio con el "Aftermath" (Decca, 1966) de sus adorados Rolling Stones. Claro que para los directos homenajean a otro ídolo, Mr. Ray Davies, luciendo chaquetas rojas con solapas negras, inspiradas en The Kinks. Fernando ejerce de líder, quien impone un estricto código de rock ’n’ roll way of life a toda la banda: su modo de actuar, vestir y tocar.



Todos aportan canciones. Rafa rescata su versión de Boris Vian, incluso se atreve a cantarla -"Aullarla" según él- en "Escupiré sobre vuestra tumba". Pero es el tándem Fernando-Amando el que aporta las mejores composiciones. Como "Esto no es América", el hit "La llave maestra", o la extraña "Baile (Sólo parejas)", en la que cuentan la surrealista experiencia de un jovencito Fer, recién llegado de la mili, en un erotic-club teletransportado a los años 50.

Juan Luis Vizcaya abandona el grupo y ya sería para siempre. Un grupo sin bateria, como Los Rodríguez lo fueron sin bajista. Para el disco y algún bolo echan mano de Daniel Parra, que ya había prestado sus baquetas a La Frontera, a Los Nikis, y a unos cuantos más.


En este tiempo mil problemas afectan a la banda. Incluso con su compañía, DRO. Y se dedican a tocar y tocar por todo el territorio nacional. Más que fans arrastran a una parroquia fiel. Cuenta la leyenda que en un bolo, en Galicia, coincidieron en el hotel con unos Héroes del Silencio, en todo lo alto. El director del hotel creyó que lo mejor era tener un comedor para los clientes normales y abrir uno, de los dos que tenía cerrado por temporada baja, para los rockeros, “que seguro que se apañan entre ellos". Los de Madrid están cenando cuando se abre la puerta del comedor y aparecen un montón de melenas al viento, con cara de sorpresa, al ver invadido el que creían su espacio. Así que media vuelta, golpe de cabeza a las melenas y a chillarle al director por tener que compartir mantel con esos. Al pobre hombre no le quedó más remedio que abrir el tercer comedor cerrado. Años después, Enrique Bunbury fue muy amigo de Guille, incluso estuvo tanteando la posibilidad de ficharle para su banda, pero se le adelantó Loquillo.

Llega 1989 y Desperados vuelven a cambiar. Es Carlos Durante, ex-Glutamato Ye-Yé, el que se sienta ahora tras los tambores. Y además, fallece prematuramente su saxofonista, Javi. Más novedades. Vicisitudes de lo más rocambolescas les llevan hasta Pamplona, para fichar por Nola!. Sello discográfico ligado al llamado Rock Radical Vasco.

Un salto al vacío, incierto, pero ilusionante para el trabajo más maduro de la banda. Una ilustración en rosa y negro de Fernando Vicente es el envoltorio del mejor disco grabado por Desperados, "El Golpe" (Nola!, 1989). Diez golpes a la boca del estómago. Las mejores composiciones de Amando, Guille, Rafa, y Fernando, firmadas por toda la banda. Con una producción muy pausada por parte de Ángel Muñoz Alonso, más conocido como el Reverendo (Paracelso, Desmadre 75).

Las camisas con chorreras y los pantalones de campana fueron el estilismo que adelantaron unos años. Esto se refleja también en la elegancia al cantar de Fernando y en el tratamiento de las guitarras. Guille domestica su Fender con maestría y limpia su sonido.



Y por fin llega la versión de los Rolling Stones. Ramón Recio, autor de las letras de Glutamato Ye-Yé y hermano de Patacho, y su chica, Amparo Úbeda, les dan la adaptación del "Dead flowers" que se convirtió en uno de los temas más conocidos de la banda. Para el disco descartaron versiones, de las muchas que hacían en directo. De Marc Bolan, el "Who do you love" adaptada por Víctor Coyote; e incluso el "White light / white heat" de The Velvet Underground. Vuelven a acertar con la elegida.

Además incluyen en el disco, "La tormenta", historia intimista de Fernando, musicada por él en tono semi folk y cuya letra estructura Amando. Llegó a ser otro hit. Graban también "Lejos de aquí" canción de Guille. Incursión en el universo psicodélico Beatle, donde se le da continuidad al tema grabado en el primer mini-LP. Aquella historia de clubes de "Doctor Fleming", ahora con su hermana de protagonista.

Para la presentación del disco, la compañía cita a los medios en la Universal Club de Madrid. Pero en vez de concierto, los presentes se encontraron con un ring de boxeo, y claro… un combate. Nada que ver, que el día anterior Ruiz-Mateos le hubiese dado un capón al ministro Boyer.



Desperados tiene nuevo trabajo "Tan Alto Como Nos Dejen Tan Fuerte Como Podamos" (Nola!, 1990). Vuelven a grabar con Nola! y lo produce Ollie Halsall. Aunque me duela escribirlo graban el peor disco. Falto de ideas, de chispa. Como los últimos Beatles, cada uno mira para un lado. Pero aún así salen destellos de genialidad cuando cruzan las miradas. Sólo así se entiende que entre tanta mediocridad y desgana, surja una flor tan bella como la "Dulce chica triste".

Nueva abandono de las baquetas. Carlos Durante es sustituido por Tony Vázquez. Con el disco rodando en la calle, Guille colabora con unos incipientes Los Rodríguez. Graba con ellos el bajo en su disco de debut, "Buena Suerte" (Pasión, 1991). El “genio” de Calamaro pretendía darle cuatro cuerdas al maestro de las seis. Pero por suerte se impuso la cordura y Guille permaneció fiel a su hermano. Sobre todo a su banda y a sus seis cuerdas.



La formación de Desperados sufrió poderosas convulsiones. La batería cayó en manos de Alfonso Lantero (Ilegales, The Nativos). Rafa y Amando se marcharon y fueron sustituidos por Rafa Kas (Ilegales) a la guitarra y Javi Martínez (Viceversa), al bajo. Era una formación más dura y potente. Más cercana al hard rock, aunque sin perder las señas de identidad. Pero la década traía otros sonidos y el arrinconamiento del rock local como cultura juvenil. Del sonido Malasaña al grunge solo hubo un suspiro y la banda comenzó a verse relegada a un discreto segundo plano, aunque aún seguían actuando. El tiempo se llevó también a Rafa y Alfonso. En su lugar entraron Raúl Martín, a la guitarra, y Ezequiel Martínez, a la batería. Ambos excelentes músicos con apenas dieciséis años. El resultado seguía siendo arrollador. Y los conciertos, aunque más escasos, no faltaban.

En esas el estudio madrileño Trak, donde el grupo grabó sus primeros discos, se plantea, ante la falta de trabajo, producir a grupos que a ellos les gustaban para vendérselos a las grandes compañías. Escogieron a Desperados y les regalaron tres excelentes meses de grabación, sin cortarse de nada. El resultado fue el que en su momento iba a titularse “Hostal Martín”, parodiando el "Morrison Hotel" (Elektra, 1969) de The Doors. Aquel disco tenía un sonido enorme. Una madurez insultante. Y excelentes temas como “Ella tiene que ser”, “La rosa más pálida de la ciudad”, “Corazón de fuego” y una versión del “Starry Eyes” de los Records que la banda tituló “Llama cuanto antes”. Grupo y estudio quedaron enormemente satisfechos y lo ofrecieron a RCA, entonces parte de Ariola, en donde cortaba el bacalao el eximio Paco Martín. Sin embargo, éste, después que le organizaran una actuación para a él y los de su compañía en la que les forraron a copas gratis, hizo el paripé sabiendo que no los iba a fichar. El palo fue demoledor y solo sirvió para que el grupo lo intentara un año más, decidiendo tirar la toalla definitivamente a finales del 93.

En 1997 DRO lanza un CD recopilatorio de los cuatro discos de Desperados. Incluyendo las caras B de los singles del "¿Qué Hay de Nuevo Viejo?" y... nada más. Típica reedición sin información, y con portada de cowboy, como queriendo remachar aquello de grupo de sonido vaquero.



A partir de ahí, Fernando y Guille decidieron pergeñar una versión reducida del grupo que se llamó The Neverly Brothers. Tocaban canciones de los Desperados junto a otros temas y se daba la circunstancia de que en cada actuación invitaban a músicos amigos a tocar un tema propio junto al dúo. Junto a los Neverly actuaron Luis Auserón, Josele Santiago, Julián de Tequila, José María Granados de Mamá y Juanjo y Jorge de P.V.P., entre muchos otros. La sala El Sol, que estaba a punto de cumplir su vigésimo aniversario, propuso al grupo grabar un CD en el que reflejaran aquella aventura. Mil copias fueron las que se lanzaron, lo que a día de hoy hace prácticamente imposible de localizar, "Solos, o En Compañía de Otros" (El Sol, 1995). Se acompañan de Calamaro para versionarle, además de rendir homenaje a Moris, con su "Nocturno de Princesa". Granados, Luis Auserón, Cristina Lliso (Esclarecidos) y el gran Micky, fueron los acompañantes elegidos para la versión grabada de las andanzas de los Neverly. Además recuperan el "Dulce chica triste" con guitarras de Ariel Rot; y un tema de la pareja Amando-Fernando, "El gran Duque Tostado".

En 2010 el sello Trilobite, especializado en vinilos, lo reedita añadiendo la versión de "Ráfagas" de los Bólidos. El vinilo de 180 gramos, se acompaña de nuevas fotos y un texto de Fernando, en el que rememora los días de Neverly ya sin su hermano. Tampoco es fácil de encontrar. Seiscientas copias numeradas a mano.

Guille grabó con Calamaro "Alta Suciedad" (Warner, 1997), "Honestidad Brutal" (Warner, 1999) y "El Salmón" (Warner, 2000). Haciendo también las giras de acompañamiento así como la gira acústica que teloneó a Bob Dylan por España. Después se enroló como corsario de Jaime Urrutia, y finalmente perteneció a la última formación de los Trogloditas. Esto en cuanto a bandas estables. Porque su generosidad le impedía decir no a cualquiera que le pidiese sus cuerdas. Como hizo entre otros con Andy Changó, Javier Ojeda, Pereza o La Frontera.


Fernando Martín, desperado.

Por su parte, Fernando se dedicó a las teclas, pero de escribir, en la sección musical de El País durante años. Y su única incursión en lo musical, actuaciones por garitos aparte, fue el disco que publicó en 2007, titulado "Crononauta" (DRO, 2007), en el que revive, estilísticamente hablando, tiempos pasados. Y en la actualidad anda promocionando, después de haber producido, a un grupo joven y paisano, del barrio que se mueven en aguas tequileras-calamarianas-desperadas, Los Platos Rotos.

Hay intentos de lanzar una caja con la discografía completa de Desperados, incluyendo el nonato. Además de material fotográfico de la banda. Pero al desaparecer el sello Nola! dejó una herencia envenenada en forma de deudas que hacen difícil la cesión de los derechos. Los fans siguen con los dedos cruzados.