domingo, 2 de junio de 2013

DENNIS WILSON, CANCIONES DESDE EL FONDO DEL OCÉANO

Más Truenos Magazine, 25/08/2012




Dennis Wilson representaba mejor que nadie el espíritu de los Beach Boys, de hecho era el único que realmente sabía surfear (fue quien propuso a Brian escribir sobre el tema en su primer éxito, “Surfin’ “), era un enamorado de los coches y un sex symbol (más de una actuación tuvo que ser interrumpida por la invasión a escena de quinceañeras que se dirigían a abrazar a su adorado percusionista) pero rara vez tenía sitio en las composiciones corales de los chicos.

También cumplía con todos los desvíos achacables a la banda, aquellos que solo hacían aparición cuando los focos se apagaban: era violento, machista, promiscuo, drogadicto, mal padre, desprendido…

Lo que no tenía Dennis era el ego de su primo Mike Love (tito del olímpico Kevin, forward de la NBA), ni el falsete de Carl, tampoco el espíritu ecologista de Al Jardine o la ingenuidad de Brian; por otra parte, confiaba en su hermano mayor cuando nadie lo hacía (“Smile es tan bueno que hará que Pet Sounds apeste…”), era generoso hasta niveles irresponsables y siempre respetó el papel que tenía asignado en el grupo. De hecho, no fue hasta 1965 cuando tuvo su primera oportunidad como cantante protagonista en la maravillosa “In the back of my mind“, una compleja balada de arreglos jazzísticos con el inconfundible estilo de Brian, con una letra que hacia prever su oscuro mundo interior y una turbadora coda disonante, digna de compositores mucho más maduros, a años luz del ryhthm ‘n’ blues de Chuck Berry y el surf de los Ventures.

Tendrían que pasar sin embargo muchas cosas para que la banda hiciera uso de una composición suya, en el album Friends de 1968.

In The Back Of My Mind


“Yo estaba sentado en las gradas durante una prueba de sonido cuando escuché esos increíbles acordes de piano procedentes del escenario. Alcé la vista y allí estaba Dennis, lo cual me sorprendió sobremanera. Al igual que un montón de gente, yo sólo lo conocía como el salvaje batería, ni siquiera imaginaba que supiera tocar el piano! Cuando le pregunté por quién había compuesto la hermosa música que estaba tocando dijo: ”yo lo hice.“ Me quedé anonadado. Dennis, al contrario que yo, no tenía ninguna formación musical, pero esas eran secuencias de acordes por los que mis instructores habrían matado. Él no conocía los nombres de las notas, nada. Sólo tocaba alrededor hasta encontrar aquellas que coincidían con lo que escuchaba en su cabeza. La riqueza y la innovación instintiva de sus acordes me recordó al compositor Richard Wagner, de quien Dennis nunca había oído hablar… ”

Estas palabras pertenecen a Daryl Dragon, teclista, compositor y arreglista del dueto Captain & Tennille, popular en los 70, y habitual colaborador por entonces de los Beach Boys. Una opinión quizás condicionada por la amistad que les unía y, quién sabe, igual también exagerada por la euforia de ciertas drogas; sin embargo, es un buen ejemplo de las reacciones que generaba el sorprendente talento del mediano de los hermanos.

Por muy morbosa que fuera su desastrosa vida personal no vamos a entrar a valorar sus hazañas amatorias, ni sus cinco matrimonios, su abuso de los narcóticos y el alcohol, tampoco su relación con “La Familia”, el séquito del repugnante Charles Manson. Nada de eso.

Lo que nos interesa de Dennis es su magnetismo como artista: su aterciopelada voz, desaprovechada por los Beach Boys hasta el colapso de Brian en 1967, y cada vez más aguardentosa y rota conforme flaqueaban las ideas en la banda; sus melancólicas composiciones, cantos dramáticos al amor (casi siempre platónico cuando no perdido) y una faceta de productor aprendida del muro de sonido de su hermano mayor, cargada de exhuberantes arreglos e imaginativas progresiones armónicas.

1966, Pet Sounds revoluciona el mundo del pop (no así el de las ventas), Brian abandona las giras un par de años antes para centrarse en la producción de canciones y se prepara para orquestar su obra cumbre, el inigualable número 1 “Good Vibrations“. La canción formará parte de Smile, que pasa de ser el álbum más esperado del ’67 a la decepción musical de la década. Meses después, con Brian fuera de juego y el resto del equipo arrimando el hombro, editarían los menores Smiley Smile y Wild Honey.

No es hasta entonces cuando la banda decide confiar en la música de Dennis.

Aporta su ayuda en el tema que da titulo al siguiente Lp, Friends, pero además sostiene el álbum con 4 de las 12 composiciones, que también llevan su firma: “Be Here in the Morning“, “When a Man Needs a Woman“, “Be Still” y “Little Bird“. Además canta estas dos últimas, la primera una breve nana interpretada con dulzura, de una pureza y simplicidad lírica que contrasta con la fiereza de sus propias existencias y “Little Bird“, un canto sospechosamente inocente hacia el pajarillo que desapareció y debe volver para seguir cantando, destacada composición con distintos pasajes cuya producción es fiel reflejo del estilo de Brian, si bien el estribillo es cosa suya ya que procede directamente de la canción “Child is the father of The Man” del abortado Smile.  El Lp aún está lejos de Pet Sounds o Today, pero ha ganado puntos y simpatía con la perspectiva de los años.

Little Bird



“Brian no es mi influencia, es mi inspiración.”

Está claro que el mérito de Dennis es relativo, como bien me apunta un amigo músico, pasar años junto a un gran talento influiye en la manera en la que uno enfoca su trabajo, aunque en el caso de ambos lo interesante era que no estudiaron música ni sabían leer partitura alguna. Dennis buscaba directamente en los ojos de su hermano, trataba de perseguir el feel perdido (era como Brian llamaba al origen metafísico de cada pieza), buscaba su rastro hasta reconvertirlo en canción, o mejor dicho, en reversos de lo que la canción pudo un día ser en manos de su hermano.

El siguiente disco, titulado desinteresadamente 20/20 como símbolo del carpetazo contractual que los ataba a la sobreexplotadora Capitol Records, apenas se sustenta en manos de Carl y Dennis, salvo un par de excepciones recuperadas del originario Smile de Brian (“Our Prayer” y “Cabinessence“). La aportación del guaperas en este caso es determinante, obviando el pasable rocanrol “All I want to do” en el que cede el micro a Mike Love, “Be With Me” y “Never Learn Not to Love” son dos de los highlights no solo del Lp sino también de su carrera.

“Be With Me” es una declaración interior, “Ella debería estar conmigo, eso la haría libre, ven conmigo, estáte conmigo, sé una parte de mí“, dan ganas de acompañar el “dadadada” en mantra dejándose embaucar con el fondo musical, ya que la instrumentación del corte es espectacular, arrebatadoramente bella, con cierta épica marca personal de fábrica y una elegante oscuridad en los arreglos que parece presagiar la sombra oculta bajo tan encantadora apariencia.

Ahora sí, el alumno está a la altura de su inspirador y maestro Brian. Puro Wall of sound.

Be With Me



“Never Learn Not to Love” es la canción de la discordia, robada directamente de la colección particular del “Mago” Charles Manson, el cual grabó varias maquetas en el estudio que Brian Wilson tenía en su sótano para un futuro disco que Dennis prometió producir. Según Charlie, Dennis murió como consecuencia de la maldición merecida por firmar como propia esta canción, originalmente “Cease to Exit“. Pero eso no exime al rebelde Wilson (cuyo interés no residía tanto en Manson, sino en las mujeres y orgías que lo rodeaban) del enorme trabajo que hace con esta misteriosa canción. Además de cambiar el título y sustituir la frase en la letra por “cease to resist“, el original folk está aquí decorado con todo tipo de detalles, flautas, cascabeles, unos coros angelicales, curiosamente parece producido como un macabro villancico, que iba a ser, por desgracia, estigmatizado de por vida por la sangrante marca del terror.

Never Learn Not To Love



Obviando los sucesos relacionados con Manson, a partir de aquí todo son elogios hacia el nuevo talento, por lo tanto nadie negará en adelante su participación activa en la banda debido al retiro y encierro de Brian en sí mismo y a las constantes amenazas de naufragio derivadas de la falta de ideas del resto.  En 1969 Dennis Wilson & Rumbo (a dúo con el citado Daryl Dragon) se desmarcan editando un single, “Sound of Free“, cuya cara B “Fallin’ in love” es otra joya de nuestro hombre. Como respuesta, los Beach Boys publican el discreto sencillo “Breakaway“ (escrita por Brian y su padre Murry) con “Celebrate the News” como psicodélica cara B, de nuevo obra de Dennis.

Con el primer disco de los Beach Boys para Reprise Rds. parece haber lugar para la esperanza, Sunflower (1970) desprende buenas vibraciones desde la portada. Milagrosamente tocado por la gracia, todos colaboran con alguna pieza. En particular, Dennis despliega otra tanda de poderío y saber hacer como autor o co-autor: “Got to Know the Woman” es un negroide rocanrol con solera, “Slip on Through” tiene ya su inconfundible sello, marcado de nuevo por el amor incondicional, con una extraña pero adictiva cadencia; incluye también su balada más famosa, “Forever“, que se mantiene imperecedera como en la primera escucha por mucho que el resto de la banda la utilizara de manera ultrajante (Disney mediante…) para sacar tajada de sus réditos. Es la última canción en la que su voz suena pura, una auténtica delicia que convenció y extremeció hasta a su dictatorial padre.

Forever



Los siguientes trabajos de los Chicos, Carl & The Passions y Holland contarían con nuevas gemas del mediano Wilson, “Cuddle up“, “Make it good“, “Only with you“, “Streamboat“, ahora despojado del papel de batería por un corte accidental en un tendón de su brazo (se autodescartó en Surf’s Up, por descontento con el orden de las canciones).

El siguiente golpe de timón de Dennis vendría sin embargo en 1977, cuando abandona temporalmente la banda decepcionado por su exclusión como compositor y por el nulo potencial de 15 Big Ones, maniobra orquestada por Warner Rds y Mike Love para recuperar desesperadamente a un Brian que parece que se haya comido la franquicia entera de McDonalds y que es un mero títere en manos de sus compadres. Tras un par de intentos previos, se decide por fin a publicar en solitario su primer disco, el clásico y a la postre definitivo Pacific Ocean Blue.




“Su música es una de las más personales y desgarradoras que he escuchado jamás. Pero él tocaba sus cosas y luego nunca volvías a oírlas, así que un día le dije: Dennis, tienes que compartir esto. Consigue un lienzo en blanco y llénalo con tus canciones. Yo sólo le di la oportunidad, Pacific Ocean Blue es su momento y su obra maestra”  J. Guercio

Guercio, descubridor del grupo Chicago y dueño de los estudios Caribou, fue el impulsor del proyecto, el encargado de convencer por fin al vividor de los Wilson.

Pese a tener la voz seriamente dañada por el consumo de tabaco y estupefacientes, Dennis reunió una colección de canciones espectacular, cantadas con un pasión y profundidad casi negras. Previamente ya había dado suficientes pruebas de su calidad y aun así deslumbró a todos (incluído Brian) por su madurez, imaginación y melancolía.

El Lp se abre con el single “River Song“, coescrita con su hermano pequeño Carl, una tremenda oda a la libertad con coro gospel incluído. “What’s wrong” es un boogie al estilo que tanto adoraba Brian, “Friday Night” o “Dreamer” lo ratifican como especialista en los medios tiempos, densos y souleros como una pista de baile tras el cierre de la discoteca, vacía de gente y cargada de humo. Sin embargo, lo que mejor define a nuestro protagonista, donde realmente marca la diferencia, son sus baladas: “Moonshine“, “Farewell my friend” y sobretodo en las crepusculares, acuosas, escalofriantes “Thoughts of you” y “Time“, donde se nos muestra como el salvaje arrepentido, en sus horas más bajas, incapaz de ser feliz, de unificar una especial sensibilidad con su estilo de vida autodestructivo. Un estilo que además hacía trizas a quienes le rodeaban, sobretodo al gran amor de su vida Karen Lann.

Thoughts of You


El peor enemigo de Dennis es él mismo, o la versión adulterada y violenta de él mismo, y ya es demasiado tarde para reparar el daño causado. Un par de botones como ejemplo del desesperado estado del californiano, a años luz físicamente del sex symbol que fue, y sin rastro de su encantadora sonrisa entre la poblada barba que presenta en estos días:

“Fuiste tú quien dijo que no habría mañana,
dijiste que ahora me querías de otra manera,
Oh! de otra manera”
Moonshine

“La soledad es un lugar muy especial,
Olvidar es algo que nunca he hecho,
En silencio, en silencio tocas mi cara”
Thoughts of You 

“No más noches solitarias…”
You and I

El disco fue recibido con entusiasmo por la crítica, pese a nadar a contracorriente con las tendencias de la época, y las ventas fueron más que aceptables. Después de todo, su banda madre llevaba sin editar material de tal calibre más de un lustro.

Por desgracia, paralelamente su vida recorría otros derroteros más lamentables, segundo divorcio con Karen y en quiebra económica, es expulsado definitivamente de los Beach Boys por Mike Love, tiene un affaire con una de las hijas ilegítimas de este, del cual nace su cuarto hijo Cage, deambula como un zombie por LA mendigando alcohol, cocaína, heroína, quaaludes o lo que haga falta con tal de no sentir, como tratando de arder en lugar de apagarse que diría su amigo Neil Young. Tampoco tuvo oportunidad de dar continuidad a su debut con el proyecto Bamboo, abortado por su triste muerte.

Bamboo, editado como extra en la edición especial que Legacy hizo de POB en 2008, contiene retazos de otra obra magna, perfecta secuela con más rocanroles, soul, baladas; incluye joyas tipo “Are You Real” (casi parece compuesta por el Pete Townshend de Quadrophenia) , “Love remenber me“, “Love surrounds me” o la inacabada “Holy Man“, que desprende una nostalgia extremecedora (incluída también como bonus con letra y voz de Taylor Hawkins, admirador y también batera de Foo Fighters).

Time



“No tengo un método para expresarme, sólo sé que si eres honesto escribiendo e interpretando, tu música cobra una dimensión extra”

El 28 de diciembre del 1983, poco después de su 39 cumpleaños, Dennis Wilson se ahogó en Marina Del Rey (Los Ángeles), en un intento por recuperar pertenencias que él mismo había arrojado tiempo atrás desde su embarcación, el Harmony. El día de su muerte en 1983, se escuchó decir a Wilson: “Estoy solo. Estoy solo todo el tiempo“.

Cruel paradoja morir ahogado en el océano que tanto amó. Aquel que tantas tardes de surf le regaló, reconfortantes, alegres y duras como las olas, el amigo que jamás le fallaría y el único al que siempre fue fiel. El mismo que inspiró tantos éxitos a sus chicos, ese iba a ser quien le arrebatara la vida y, gracias a un permiso especial concedido normalmente a militares, el lugar donde descansa su cadáver desde el 4 de enero de 1984. “Farewell my friend”  sonó en la ceremonia de despedida.



Trágica muerte la suya pero también esperado final, sabido el riesgo que entraña llevar el rock’n'roll way of life hasta sus últimas consecuencias.

Como quiero cerrar este reportaje con una imagen positiva, me gusta pensar que si Dennis era el alma de los Beach Boys tiene hasta sentido saber que su cuerpo sigue en el mar, así su espíritu permanece tranquilo en las profundidades del Pacífico sabiendo que las nuevas California Girls se bañan en las aguas que tantas veces le hicieron feliz, aunque solo fuera momentáneamente.